El zafarrancho protagonizado en la Universidad de Costa Rica (UCR) el pasado lunes 12 de abril entre agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y funcionarios y estudiantes de la universidad, ha propiciado muchos comentarios y opiniones encontradas en los últimos días.
Desde quienes defienden la labor realizada por los policías o los que demandan respeto por la autonomía universitaria, hasta quienes llaman "chancletudos" a los estudiantes de este recinto educativo. En fin de todo hemos podido ver en los medios de comunicación esta semana.
Yo como exalumna de la UCR no puedo pasar por alto lo que sucedió y por este medio deseo expresar algunas de mis opiniones al respecto. Primero que nada acepto desconocer la llamada autonomía que todos le endilgan a la universidad, por otro lado tampoco estuve en el lugar de los hechos, no obstante me parece que las dos partes estuvieron mal en su actuar. Los policías por dejarse llevar por la situación y dejar que la escena se saliera de sus manos y la universidad por no dialogar y denunciar la irrupción del OIJ de una forma pacífica.
Definitivamente, la falta de comunicación y coordinación por parte de la seguridad universitaria y el OIJ fue el detonante de todo este alboroto, según se dice en otras ocasiones ha habido operativos de este tipo sin mayores repercusiones donde los oficiales ingresan al campus con una orden judicial, sin embargo en este caso no se hizo por lo que se dice que violentaron la autonomía universitaria.
Pero viéndolo desde la perspectiva de las autoridades se trataba de la persecución de un prófugo de la justicia que se refugió en el campus, por lo que ellos aducen que se trató de un evento de fuerza mayor y que por eso ingresaron de esa forma. Hay que ponerse en los zapatos de estas personas para saber cómo actuaría uno en estas circunstancias, lo que yo espero es que así como siguieron a este oficial de tránsito lo hagan con todos los delincuentes de este país que tanto daño nos están haciendo.
Lo que si considero exagerado es la solicitud de la Federación de Estudiantes de la UCR para destituir al director del OIJ, Jorge Rojas, ya que es uno de los pocos funcionarios del actual gobierno que está haciendo bien las cosas y quitarlo sólo por este incidente no lo veo justo.
Y saliendo del tema principal, me molesta mucho todas esas personas que llaman a los estudiantes de la UCR vagabundos o rebeldes, recordemos que quienes participaron en este incidente y en el bloqueo de calles fueron unos pocos y no la totalidad de la comunidad universitaria.
Durante 10 años fui estudiante activa de la UCR y me siento muy orgullosa de haber sacado mi carrera ahí, puedo decirles que en ningún momento algún profesor me inculcó pensamientos extremistas de violencia o anarquía como dicen muchos, por el contrario nos enseñaron a tener respeto hacia los demás, en especial hacia las minorías, a defender nuestros derechos y a expresar opiniones.
Lo que sucede es que muchos confunden la defensa de ideales y valores con violencia, incluso puedo decir que algunos grupos aprovechan marchas pacíficas y situaciones como la del lunes anterior para fomentar el vandalismo.
No me gusta que generalicen y encasillen a todos en este perfil, todos los argumentos son válidos y las posiciones diversas como hemos visto en los medios, les invitó a ver una nota que colocó una amiga en Facebook que muestra lo que defienden quienes trabajan y están dentro de la UCR , lo hago porque me parece que debemos tener las versiones de las dos partes para poder juzgar y tomar partido.
Informémonos y juzguemos por nosotros mismos, pero no generalicemos o hagamos estereotipos de todo lo que dicen los demás. Para finalizar sé que a muchos les molesta las manifestaciones, pero ojalá todos los sectores sociales pudieran alzar su voz de esta manera y exponer sus inconformidades para exigir que se cumplan sus derechos. Por desgracia la realidad es otra, así que aquellos que puedan hacerlo, que lo hagan porque de esas luchas podemos salir todos ganando en muchas cosas.
La cantiga de Anthos. Preludio. Imperio
Hace 6 meses