Tener un metro cuadrado de tierra en nuestras casas es hoy algo muy raro en la actualidad, ya que estamos rodeados de concreto.
Les comento esto porque donde vivo todavía podemos decir que tenemos un pequeño patio trasero donde hay muchas plantas, en especial con flores. Y gracias a esta particularidad hemos podido observar durante dos ocasiones la transformación de orugas en mariposas.
En ambas oportunidades la emoción y la expectativa ante este fenómeno de la naturaleza ha sido increíble, desde el momento en que empiezan a hacer el capullo, descubrir los lugares donde se encuentran y en especial cuando finalmente salen.
Porque es curioso ver los lugares en los cuales se posicionan desde una hoja seca sobre una lata de zinc, hasta un aro de bicicleta, una verja, en fin cualquier sitio es bueno para llevar a cabo su metamorfosis.
Que bonito es ver estas cosas en vivo y no en la televisión como la mayoría de personas en este tiempo tienen que hacerlo, porque cada vez estamos más lejos de cualquier hábitat natural.
En nuestro caso ver este proceso tan sencillo ha hecho que valga la pena seguir manteniendo este pequeño oasis, además nos satisface que estos diminutos seres vivos tengan en nuestro hogar un lugar para desarrollarse y que nosotros de paso lo podamos disfrutar.
Estas son las pequeñas orugas.
Estas flores que ven aquí les encanta.
Aquí se coloca en posición para hacer su capullo.
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