Siguiendo un poco con las vivencias de la cultura agrícola, les cuento que en diciembre fui nuevamente a Turrubares, es increíble como cada vez que voy tengo nuevas experiencias que de otra forma no podría disfrutar aquí en la ciudad. El 29 de diciembre fuimos testigos del nacimiento de una cabrita, qué emocionante y conmovedor fue ver nacer a un nuevo ser, observar a la madre limpiar a su cría y luego que esta diera sus primeros pasos.
Realmente no tengo palabras para describir ese momento, me sentí como en la película Bambi, cuando todos los animales van a verlo por primera vez y el trata de incorporarse pero las patas le tiemblan, se tambalea y cae, así exactamente fue la escena todos estábamos vigilantes a los movimientos que hacía, demasiado lindo y oírlo balar ni se diga fue inolvidable.
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