En estos días cuando sólo de fútbol se habla en nuestro país, les vengo a hablar de un libro que relata muchas vivencias de los aficionados a este deporte, aunque no conozco a nadie tan fanático a un equipo como el propio autor, Nick Hornby.
"Fiebre en las gradas es el relato autobiográfico de la tumultuosa relación del autor con el fútbol y con su equipo, el Arsenal londinense, durante más de veinte temporadas."
Si puedo decir que mucho de lo que ahí se relata lo hemos vivido en carne propia en algún momento. Porque las historias sobre fútbol parece que se repiten en todo el mundo: pérdidas en el último minuto (talvez les suene conocido a más de uno por estos tiempos), malas rachas, jugadores emblemáticos, violencia en los estadios etc. Alegrías y tristezas van y vienen, lo que vive el fútbol tico hoy tarde o temprano pasará y formará parte de nuestra historia deportiva y talvez sólo algunos los recordarán con lujo de detalles.
El autor también se adentra un poco en temas que son claves en el mundo del balón, por ejemplo menciona la falta de espectáculo en los partidos (buenas jugadas, pases magistrales, muchas anotaciones), actualmente todo es más técnico y planificado. Aunque muchos hinchas prefieren jugar feo que perder o ser goleados.
Desde niña me ha gustado ver fútbol, en especial en campeonatos mundiales, aunque confieso que no tengo una memoria prodigiosa para recordar marcadores, fechas o jugadas como las que aparecen en el libro, pero sí disfruto de la emoción del momento, de ese instante en que todo puede suceder en cuestión de un minuto, donde nada es definitivo hasta que el árbitro pita por última vez.
Por ahí leí en un blog que aunque a alguien no le guste el fútbol podrá disfrutar de esta lectura amena y divertida, es cierto ya que intercala todos los eventos de su vida con su afición al balonpié. Así que se los recomiendo, eso sí para los que no manejan muy bien el lenguaje futbolístico lo mejor será empaparse un poco de las reglas y términos.
"Fiebre en las gradas es el relato autobiográfico de la tumultuosa relación del autor con el fútbol y con su equipo, el Arsenal londinense, durante más de veinte temporadas."
Si puedo decir que mucho de lo que ahí se relata lo hemos vivido en carne propia en algún momento. Porque las historias sobre fútbol parece que se repiten en todo el mundo: pérdidas en el último minuto (talvez les suene conocido a más de uno por estos tiempos), malas rachas, jugadores emblemáticos, violencia en los estadios etc. Alegrías y tristezas van y vienen, lo que vive el fútbol tico hoy tarde o temprano pasará y formará parte de nuestra historia deportiva y talvez sólo algunos los recordarán con lujo de detalles.
El autor también se adentra un poco en temas que son claves en el mundo del balón, por ejemplo menciona la falta de espectáculo en los partidos (buenas jugadas, pases magistrales, muchas anotaciones), actualmente todo es más técnico y planificado. Aunque muchos hinchas prefieren jugar feo que perder o ser goleados.
Desde niña me ha gustado ver fútbol, en especial en campeonatos mundiales, aunque confieso que no tengo una memoria prodigiosa para recordar marcadores, fechas o jugadas como las que aparecen en el libro, pero sí disfruto de la emoción del momento, de ese instante en que todo puede suceder en cuestión de un minuto, donde nada es definitivo hasta que el árbitro pita por última vez.
Por ahí leí en un blog que aunque a alguien no le guste el fútbol podrá disfrutar de esta lectura amena y divertida, es cierto ya que intercala todos los eventos de su vida con su afición al balonpié. Así que se los recomiendo, eso sí para los que no manejan muy bien el lenguaje futbolístico lo mejor será empaparse un poco de las reglas y términos.
La verdad es que me da mucha cólera que en este país le den tanta bola al fútbol y dejen de lado otros deportes, tanto a nivel de patrocinios como de medios de comunicación. Con todo, cada vez que veo un partido de la sele no puedo dejar de emocionarme y desear que gane. Sobre todo la juvenil que le fue tan bien en el Mundial. Cada vez que la sele pierde, veo reflejada la personalidad del tico en ese grupo. Admìtanlo o no, muchas veces el tico se siente inferior y no cree que puede llegar a cosas más grandes!!!
ResponderEliminarLa verdad tenés toda la razón en nuestro país parece que sólo este deporte existiera y hay muchísimos atletas en otras disciplinas muy buenos que no se les da apoyo.
ResponderEliminarComo todos los ticos me siento orgullosa de los logros alcanzados en el fútbol pero también debemos incentivar el desempeño de muchos más.